El estucado en las paredes fue una tendencia muy popular décadas atrás, pero ahora anticuada y difícil de actualizar. La técnica tradicional para alisar el estuco consiste en lijar las paredes pero han aparecido materiales de relleno entre los huecos del estuco para devolver el aspecto liso a las paredes.
El estucado de las paredes estuvo muy de moda durante los años ochenta, como una forma fácil de esconder las imperfecciones de las paredes y dar personalidad a las estancias. Sin embargo, el paso del tiempo ha dejado atrás la técnica del estucado y los propietarios de pisos con estucado han renegado de él debido a que es complicado hacer reformas sin estropear el estuco, se requiere más pintura y tiempo para cambiar el color de las paredes y es casi imposible de modernizar.
Los expertos en decoración advierten que ‘en la moda todo vuelve’ y hemos visto el regreso de tendencias pasadas. El estucado de las paredes ha sido una decisión decorativa que muchos sufrimos con desgana en nuestros hogares ante las múltiples posibilidades que ofrecen las paredes lisas, quizás a la espera que regrese a la vanguardia de la decoración. Pero, si no queremos esperar, existen varias posibilidades para devolver las paredes a su estado original.
La técnica tradicional para quitar el estucado de las paredes consiste en lijar la superficie. Para ello, debe prepararse el espacio protegiendo partes como los enchufes o ventanas y pulverizando agua caliente y un poco de jabón en la pared o pasando un rodillo mojado para ablandar el estuco. Una vez hecho, la paciencia y una lijadora se convierten en las herramientas necesarias para raspar toda la superficie con estuco, convirtiéndose en un proceso largo y muy duro; para después aplicar una capa de ‘acuaplast’ y volver a lijar la pared para dejarla completamente lisa.
El tiempo y la dureza de este trabajo han echado atrás a los ‘manitas’ ocasionales, mientras que el elevado precio de esta técnica ha desaconsejado recurrir a un profesional para que quite el estucado. Sin embargo, existe una técnica diferente para devolver el tacto liso a las paredes de nuestro hogar que no genera el molesto polvo de rascar la pared: pastas o polvos de relleno. Estos materiales se venden en tiendas de pintura y permiten alisar las paredes de una forma más sencilla.
Los polvos o pastas de relleno pueden aplicarse con el rodillo o espátulas con el objetivo de rellenar los huecos que quedan entre los salientes del estucado, de modo que se esconde la rugosidad de la pared. Se trata de un método más rápido y limpio que el tradicional, que no genera el tan odiado polvo del rascado de las paredes; aunque el precio de este proceso sigue siendo considerable, en función del material que se escoja puede ser mayor o menor.
Estos dos métodos son los existentes para quitar el estucado de las paredes y devolverles el aspecto liso. En función del tiempo y el presupuesto disponible, se puede optar por uno o por otro, ya que ambos nos proporcionarán el resultado deseado. Asimismo, en las tiendas de bricolaje y pinturas se pueden encontrar los materiales necesarios para llevar a cabo ambas técnicas uno mismo, si no se quiere recurrir a un profesional para retirar el estuco de las paredes.