Si en un momento dado necesitamos realizar una separación física de dos zonas, podemos crear un tabique de una forma fácil, cómoda y limpia que posteriormente podríamos recuperar las dimensiones originales de una forma simple, con el único «recuerdo» de unas pocas perforaciones en el suelo y el techo que se podrían disimular con tapones o pegatinas que imiten la madera del parquet, o enmasillando y pintando de nuevo el techo.